Como una catedral que nunca se termina.

A partir de los conocimientos reunidos en La Biblioteca, Lila Grouse construye un universo narrativo propio: El Juego del Éter, una cosmovisión simbólica que entrelaza saberes, mitología y experiencia personal.

Se trata de una obra literaria fragmentaria, compartida a través de breves relatos que emergen desde el primer pilar del proyecto: el conocimiento.

En este espacio, la creación se sumerge plenamente en la ficción como forma de revelación y sanación, encontrando en la fantasía su refugio más profundo.